Enterramiento de los reyes de Aragón

Enterramiento de los reyes de Aragón
Sepulcro de los reyes de Aragón, en el monasterio de Poblet

domingo, 31 de julio de 2011

LA CATEDRAL DE GERONA Y SU HERÁLDICA - II Parte

Actualitzación del Libro de Armoria.
www.armoria.info

Sigue de la primera parte
Jardín del claustro de la catedral de Girona


LA CATEDRAL DE GERONA

Su heráldica

II Parte
 

Claustro
La catedral de Santa María, de Girona alberga el claustro de la catedral como riqueza cultural se halla situado en el lado norte de la iglesia, está considerado como uno de los más importantes de Catalunya. Es obra del siglo XII, de planta irregular y en sus cuatro galerías muestra arquerías románicas apoyadas sobre columnas  conservan los capiteles que han dado fama y categoría a la obra. Han sido estudiado muy a fondo por los eruditos quienes con sus precisas descripciones publicadas en revistas especialidas dieron a conocer todo el arte allí acumulado. Por lo general los claustros canónicos construidos por los canónigos de San Agustín no tuvieron el mismo protagonismo que el de los benedictinos, porque las congregaciones  canónicas acabaron viviendo en sus domicilios particulares y los canónigos de las catedrales también, sin hacer apenas vida comunitaria. Tal fue el caso de este claustro de la catedral gerundense y así, después de construir un dormitorio al este, no se usaba la sala capitular se quedó anticuada desde el principio, y en el refectorio no se daban comidas y se utilizaba tan solo para recibir las llamadas "porciones" y demás prebendas.

El primer recinto claustral debió construirse antes del año 1017, aprovechando dos galerías edificadas en sillería, año en que un obispo llamado Berenguer firmó un documento proclamando al claustro: «In claustrum canonicorum Sanctae Mariae»

En contra de lo que era habitual en los claustros románicos, se instaló la Sala Capitular en la galería sur contigua al muro de la iglesia. La galería Este se dedicó a dormitorio mientras que en la Oeste se ubicó la canonja o canonjía con la zona de los porcioneros. En el proyecto de 1019 estaba bien definida la estructura con doble altura que salvaba el desnivel que todavía se contempla. La parte baja se dedicó a cilla y sobre ella se organizó el refectorio.
  Columnas que descansan sobre el podio.

 En los últimos años del siglo XII se replanteó el claustro con el podio sobre el que descansan los arcos con las columnas y los capiteles bien labrados. En el año 1197, debía estar lo suficientemente terminado como para acoger una reunión de obispos de la que se da cuenta en los documentos conservados. Las cuatro galerías estaban ya bien diseñadas formando el original patio de perfil trapezoidal con galerías de longitudes diferentes. Los trabajos fueron iniciados por distintos artistas provenientes tal vez de un mismo taller, seguramente procedente o influenciado por los talleres de Rodes, en la provincia de Girona, y que tal vez trabajarían en el claustro del monasterio de Galligans y el monasterio de Sant Cugat, éste en la provincia de Barcelona. El equipo comenzó por la galería sur para seguir por la Oeste y Este y concluir con la Norte. Se unió en los trabajos un segundo equipo al cual perteneció el maestro Arnau Cadell que trabajó en el claustro de Sant Cugat.
Los frisos decorados envuelven los pilares a una misma altura en cada uno de ellos. Los pilares son en total 11, 4 en los ángulos de las galerías y el resto a lo largo de cada galería. Los frisos de la galería sur tienen temas historiados de la Biblia, así como en una pequeña sección de la occidental; en el resto predominan motivos ornamentales y figuras naturales.
Los capiteles son en total 122; 74 correspondientes  a las columnas de los tramos de la curvatura del arco y 43 a las esquinas de los pilares. En general se les puede clasificar como de tipo corintio clásico, con excepción de cinco capiteles de la galería sur y dos de la norte que se realizaron en los siglos XV y XVI para sustituir los antiguos que estaban muy estropeados.

Los capiteles corintios no historiados sino ornamentales llevan hojas de acanto acompañadas de foliaciones y piñas y a veces cabezas cabezas monstruosas en el centro de las caras. Los capiteles con figuras muestran un amplio repertorio de aves, monstruos y otros animales fantásticos. El tema que más abunda es el de las aves, de cuello y pico largos, cuyo cuerpo termina en cola de reptil o tiene la forma de grifo o basilisco, incluso de sirena y de nereida. A estas escenas se añade a veces la figura humana representando atlantes o luchando contra grifos y leones, o bien cazando. Es una ornamentación inspirada en las telas orientales y en los marfiles árabes.

También pueden verse capiteles historiados con escenas del Nuevo Testamento se complementan con los frisos historiados de los pilares o machones que llevan escenas del Antiguo Testamento.

Enterramiento del obispo Gascó de Moncada, en un muro
 del claustro de la catedral de Girona.

Lauda sepulcral de los Palau,
en el pando del suelo del claustro.


Lauda sepulcral de la antiquísima familia de los Thomas.

Tiene una rica colección de sepulcros góticos, algunos datan del siglo XIV llegando hasta XVI, estos últimos como en casi todos llevan labrados el escudo heráldico del difunto, si pertenece al estado noble se hallan esculpidas las armas propias o heredadas de la familia, como las de los del obispo Gastón de Moncada, hay una gran diversidad de diseño en su tallado, la más común son los del siglo XVI, van circundados de una corona cívica y en el centro el escudo se halla cincelado en forma de piel de toro, donde hallan las figuras heráldicas, este diseño, a mi entender, quizá se deba a la influencia italiano-renacentista de aquella época; los diseños medievales, proliferan en el claustro, se hallan encerrados dentro de rosetones con el campo con el escudo puntiguado tan utilizado en la heráldica catalana y aragonesa, dominan estos enterramientos medievales situados en un arcosolio con el sarcófago apoyado, sobre peanas o doseletes esculpidos en forma de león, otros liso o con motivos florales. Constan de la cama funeraria, con el difunto situado dentro en actitud de rezo, vestido de ceremonial si se trata de un personaje religioso, generalmente un obispo, canónigo o un personaje de la nobleza; la tapa se halla la efigie del fallecido de cuerpo entero también vestido con sus ornamentos que denotan su estatus social y en algunos casos a sus pies se hallan apoyados sobre un lebrel hechado como signo de felicidad. 
Sarcófago de los Camps en un muro del claustro,
sostenido por dovelas con cabeza de león

Lauda sepulcral de los Costa en el claustro de la catedral de Girona.

También pueden verse diferentes y variadas sepulturas, a este respecto se cuenta que el difunto en los primeros años de su deceso era enterrado en una galería subterránea con una temperatura adecuada al respecto de esta función y encerrado en un cubículo hasta que su cuerpo ya momificado por la acción del tiempo se hallaba preparado para que fueran descarnados sus huesos por los mismos monjes especializados al efecto, eliminados los restos que quedaban de su carnación solamente quedaban los huesos limpios,  eran lavados con algún preparado con minuciosidad para ser enterrados posteriormente en una hornacina, que previamente se había  preparado y pulcramente sellada.

Vista parcial de las casas limítrofes al río Onyar
 y en la parte superior la imponente mole de la catedral.

Sarcófago de los Corbera-Campllonch, en la capilla del Santísimo,
 de la catedral de Girona.

Fachada principal
En 1606 se puso la primera piedra de esta fachada, pero las obras se demoraron y no continuaron hasta 1680, parándose de nuevo y avanzando lentamente durante los años sucesivos. Hasta 1960 no se dio por terminada la obra y en los dos años siguientes, los escultores locales Josep M. Bohigas, Antoni Casamor, Jaume Busquets y Domènec Fita realizaron las esculturas monumentales que se instalaron en las hornacinas vacías.
 
La fachada es de estilo barroco-clasicista, dividida en tres cuerpos a modo de retablo. Sobre el último cuerpo se abre un gran óculo coronado por frontón y en la parte superior arriba se abren siete vanos de arco rebajado o escarzano. Los nichos u hornacinas de los tres cuerpos están separados por columnas pareadas y ocupados por las esculturas de las que se ha dado noticia, realizadas en el siglo XX.

Vista parcial del interior de la nave, con amplias vidrieras
 y a la izquierda el rosetón central.


Ventanas del  triforio que envuelven la casi totalidad
 de la catedral con los grupos de columnas
Lauda sepulcral de los Palau, en el claustro de la catedral de Girona

Escudo del canónigo Codolar en el altar que él y su familia costeo.

Interior de la nave

El interior muestra la grandiosa nave única, gótica, cubierta por bóveda de arcos diagonales que se apoyan en grupos de columnillas. Los contrafuertes laterales de la primera zona albergan dos capillas por tramo. En la segunda zona, en los dos tramos antes de llegar al presbiterio, se abren amplios ventanales góticos y debajo, las ventanas del triforio que recorren ambos muros. Antes del presbiterio y cerrando el fondo de la gran nave se levanta un muro con un arco central y dos laterales, más tres óculos, dos más pequeños sobre las tres ventanitas del triforio y uno mayor en el centro, cercano a la bóveda. Las vidrieras del presbiterio son del siglo XVI, con temática de la vida de la Virgen María y el Niño.

"Tapis de la Creació",  (Tapiz de la Creación), en el museo
de la catedral de Gerona.
El tesoro de la catedral 
Otra de las joyas que exhibe esta catedral es el Museo dedicado a las reliquias y objetos de valor acumulados a lo largo de los siglos por el Capítulo de la Catedral de Girona. Se pueden contemplar colecciones dedicadas al arte sacro, objetos litúrgicos y obras de orfebrería. Se halla en las tres primeras Salas Capitulares. El riquísimo Tesoro está constituido por donaciones de reyes, obispos, abades, canónigos y otros donantes, por restos de retablos y por otros objetos de culto. Entre las valiosas piezas sobresale la ‘Cruz de los Esmaltes’ notable joya del siglo XIV obra atribuida por unos a Berneç y según otros a Andreu. El nombre se debe a la gran cantidad de esmaltes que tiene. Hay representaciones del Nacimiento, la Adoración de los Reyes, la Ascensión y la Venida del Espíritu Santo. Se halla también la arqueta árabe del siglo X de Hixem II. Es de plata con ornamentaciones de palmeras que arrancan del mismo tallo. Tiene un valor artístico e histórico importante y se considera como el ejemplar más antiguo de la orfebrería hispano-árabe. Otras piezas son cálices románicos de plomo de los siglos XII y XIII, una arqueta árabe de marfil del siglo XIII, un relicario de la Vera-Cruz con esmaltes del siglo XIV, unos evangelios del siglo XIV, una Biblia de Carlos V, joya bibliográfica donada por el rey de Francia al obispo Dalmaci de Mur que contiene un autógrafo del mismo rey del siglo XVI. Una de las joyas más preciadas de este museo es el o Libro del Apocalipsis, escrito por el Beato de Liébana contra el adopcionismo, copia realizada en el monasterio de Távara (Zamora) en el 975. Las miniaturas son de la monja Eude,  y del presbítero Emeterio.

Tapiz de la creación

El Tapiz de la Creación es una obra románica del siglo XI. Es la joya más valiosa del Tesoro. Mide 4,15 metros de ancho por 3,65 metros de alto, aunque originalmente tenia dimensiones más anchas, pues está recortado por la parte inferior y el por el lado derecho. El dibujo está bordado encima la tela y todo hace suponer que se realizó en la misma ciudad de Girona. Su disposición  es la siguiente: en la parte central un círculo grande dividido en ocho franjas convergentes con representaciones del Espíritu Santo en forma de paloma, ángeles de la luz y de las tinieblas, separación de las aguas de la tierra, creación del sol, de las estrellas y la luna, creación de las aves, peces y resto de animales y para terminar Adán y Eva.

En el centro de dicho círculo, otro menor y concéntrico corta las franjas convergentes y rodea la figura del Pantocrátor en actitud de bendecir con la mano derecha, sosteniendo con la otra mano un libro abierto con esta inscripción: S (AN) C (TUS) D (EV) S. REX FORTIS
En los cuatro ángulos exteriores aparecen figurados los cuatro vientos: Septentrion (norte), Subsolanus (levante), Cephirus (poniente) y Auster (mediodía).

En las cenefas exteriores, que se hallan enteras, en compartimentos, se observan personajes con túnicas cortas, Sansón, el año simbolizado por una figura barbuda, alegorías de los meses con trabajos agrícolas propios de la iconografía románica y, en los ángulos las estaciones del año.

En las franjas desaparecidas había escenas de la Invención de la Santa Cruz y los cuatro ríos del Paraíso de los cuales sólo queda el Geró.

Es una obra inestimable de gran valor artístico única en el mundo, digna de figurar en los lugares más bellos del mundo.


Gárgola de la "bruixa" (bruja), en el muro de la catedral, junto a la torre de Carlemany.

La bruja

Y por último casi nos dejamos a la protagonista de una leyenda tan arragaida en la gente de los gerundenses, que me veo con la obligación de relatar. Y es la de la bruja, "la bruixa" (en catalán).

Todo edificio que se precie de antiguo debe de tener o tiene su leyenda", más o menos creíble.  Siempre producto de unas mentes calenturientas o de gentes ignorantes, casi siempre relacionadas en el contexto de la època que les toca vivir.

Pues, bien, "la Bruixa", dice la leyenda era una bruja cada vez que pasaba por delante de la catedral, increpaba a las gentes sencillas y para demostrar su odio a la religión tenía la costumbre de tirar piedras contra el templo. Un día, por obra divina, se convirtió en piedra y la colocaron en la catedral para que por su boca no salieran más maldiciones ni insultos, sino agua limpia de lluvia.
Esta gárgola utilizada y construida  para desalojar el agua de lluvia de la techumbre, tiene el nombre de La Bruja de la Catedral. Situada junto a la torre de Carlemany es la única gárgola con figura humana de la catedral.

FUENTES DOCUMENTALES. – "Catedral de Gerona". - "La Ciutat de Girona".  - Wiquipedia.  -   " Gran Enciclopedia Catalana",  por Antonio Montserrat Jiménez.

J. Sanz
www.armoria.info


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ACTUALIZACIÓN DEL “LIBRO DE ARMORIA

www.armoria.info
Agosto del 2011


Relación de documentos fotográficos:
 
Fotos: Botiller, 50. – Castellarnau, 35. – Casador, 25. – Cescales, 49. – Fuertes, 29. - Corbera-Campllonch, 70.
  

Lista de escudos dibujados:
 
Letra B: Bodet, 41. – Bodi, 41. – Bofarull, 41. – Boguet, 41. – Boixols, 42. – Bojador, 42. – Bola, 42. – Boleo, 42. – Boló, 43. – Bolós, 43. – Bolterra, 43. – Bomaitín, 43. – Bombes, 43. – Bonnet, 46. – Bonnig, 46. – Boradeig, 46. – Borau, 46. – Borao, 46. – Borbó, 46. – Bordalba, 46. – Bordas, 47. – Bordeix, 47. – Bordeli (Bordils), 47. – Bordes, 47. – Borgues, 47. – Borjas, 47. – Borras y Angosto, 47. - Bosch de Vilasar, 50. – Boscadors, 50. – Bosch, 50. – Boscha, 50. – Bosello, 50. – Boser, 50. – Bosque, 50. – Bosquets, 50. – Bossot, 51. – Bossot, 51. – Botaya, 51. – Boto, 52. – Botxa, 52. – Bou, 52. – Boul, 52. – Boules, 52. – Bover, 53. – Bovera, 53. – Boxeda, 53. – Boymatin, 53. – Boysal, 54. – Braserola, 54. – Brascó, 54. – Bretón, 56. – Brezons, 56. – Boyl, 56. – Breda, 56. – Brihuega, 56. – Briones, 56. – Brioso, 56. – Briffa, 56. – Briffa, 56. – Brisalt, 56. – Brizuela, 56. – Broqueta, 57. – Brosa, 57. – Brotat, 57. – Broto, 57. – Bru, 57. – Brugada, 57. – Bruguera, 57. – Bruil, 58. – Brull, 58. – Brunet, 58. – Brusca y Despuig, 58. – Brusca, 58. – Brusi, 59. – Brutas de Francia, 59. – Buadas, 59. – Brutell, 59. – Buces, 59. – Bucot, 59. – Buendía, 59. – Buesa, 59. – Buendía, 59. – Bueno, 59. – Bufalà, 60. – Buges, 60. – Buesa, 59. –  Bueso, 60. – Buil, 60. – Biura, 60. – Bujadoz, 60. – Burbano, 60. – Burces, 60. – Burdils, 60. – Burgadas, 60. – Burges, 60. – Burgos, 61. – Burges de Viladecans, 61. – Burguñó, 61. – Burjes, 62. – Burló, 62. – Burriach, 62. – Burriel, 62. - Burriol , 62. – Busel, 63. – Busefes, 63. – Buserola, 63. – Busost, 63. – Busot, 63. – Busquetes, 63. – Busquets, Pere, 63. – Busquets-Pausa, 63. – Bussot, 63. – Busutil, 63. – Busambert, 63. – Burós, 62.
 
Letra M: Maler, 5. – Manola, 8. – Manolla, 8. – Marcha, 10. – Martínez de Vera, 18. – Mascorat, 20. – Masdeu, 20. – Masdovellas, 21. – Micallef, 33. – Mir, 37. – Miralcamp, 37. – Miró i Claveguera, 39. – Monpó, 47. – Monsó, 49. – Monsoliu, 49. – Monsó, Monzón, 49. – Monsonis, 49. – Monsorio, 49. – Mont-Done, 49. – Monsuar, 49. – Montagut, 49. – Montagudo, 50. – Montagut i Cruillas. – Montagut, el Conde, 50. – Montalt, 50. – Montaña, 50. – Montañana, 50. – Montañans, 50. – Montañés, 51. – Montañón, 51. – Montáñez, 51. – Montanyans, 51. – Montanyon, 51. – Montbrió, 52. -  Montbuy, 52. – Montcada, 52. – Moncada-Bearn, 52. – Monteagudo, 53. – Montegut, 53. – Montero, 53. – Mntes, 53. – Montfar, 54. – Montferrer, 54. – Mongay, 54. – Montgrí, 54. – Montis, 54. – Monjorb, 54. – Montjuich, 54. – Montjuych, 54. – Montlleó, 55. – Montller, 55. – Montmaniu, 55. – Montmany, 22. – Montnegre, 55 . – Montorio, 55. – Montoro, 55. – Montpalat, 55. – Montpeo, 55. – Montller, 57. – Montredón, 55. – Montrodon, 55. – Montrós, 57. – Montsegut, 57. – Montserrat, 57. – Montsonís, 57. – Montsuar, 57. – Montull, 57. – Mor, Noble, 57. – Mora, Marqués de Llió, 58. – Moragrega, 58. – Moradell, 58. – Moragas, 58. – Moragrega, 58. – Morales, 58. – Morant, 58. – Morano, 58. – Moranta, 58. – Morató, 59. – Moraza, 59. – Morenes, 59. – Moreno, 59. - Moreno de Daroca, 59. – Morera i Valls, 59. – Morés, 59. – Moret, 60. – Moretó, 60. – Morey, 60. – Morgadell, 60. – Morlà, 60. – Morlanes, 60. – Moro, 60. – Moros de Pamplona, 60. – Morrano, 60. – Mortes, 61. – Moscardó, 61. – Mosso, 61. – Mousbar, 61. – Mox, 61. – Moxó, 62. – Morillo, 62. – Moyá, 62. – Mulner, 62. – Muncada, 62. – Mundi, 62. – Munir, 63. – Muñoces-Serrano, 63. – Muntbrú, 64. – Muntells, 64. – Munyós, 64. – Mura, 64. – Murell, 64. – Mur, 64. – Muriel, 64. – Murillo, 64. – Muro, 65. – Mus, 65. – Musnar, 65. – Mussons, 65. – Muza, 65.

J Sanz

jueves, 28 de julio de 2011

La flor de lis

El rey de Francia, reunido con caballeros de la Orden de San Luis,
 se aprecia el manto del monarca y los cortinajes con el sembrado de las flores de lis
 propias de la realeza francesa.


 
LA FLOR DE LIS
Los origenes de la flor de lis
La flor de lis, bautizada en el reino de Francia, con el nombre de “Fleur-de-lis”, o “”Fleur-de-Lys”, llamada en España por algunos autores Flor de Francia, es la representación de la flor del lirio en forma artificial, formada por un pétalo central acabado en punta y dos laterales de forma curva acabados también en punta, cogidos o atados por una anilla que deja ver la parte inferior de los pétalos.
Existe la leyenda sobre esta figura, en la que un ángel le regaló a Clodoveo, rey de los Meronvigios, un lirio de oro, como símbolo de su conversión al cristianismo. Algunos autores aseveran que los lirios le mostraron al rey de los merovingios el camino para vadear un río y ganar la otra orilla, pudiendo así ganar la batalla de Tolviae, en el año 946, las tropas merovingias la adoptaron como señal.
Lo cierto es que todo puede quedar en una mera leyenda más, como tantas otras que existen sobre los hechos de armas. Según parece en el siglo XII, el rey Luis VII, fue el primer monarca galo que incorporó la flor de lis en sus armas reales, adoptándola como emblema propio y en siglo XIII, según algunos heraldistas franceses, fue incorporada a los estandartes, insignias, mantos, coronas y todo lo relacionado con la heráldica de la realeza francesa. Ante la necesidad de identificación en las batallas, el rey Edmundo IV, estableció con muy buen acierto el “Colegio Heráldico de Francia”, fundado para supervisar y establecer unas normas sobre los derechos de los escudos de armas e insignias, poniendo orden a la anarquía de insignias y blasones de adopción. Según un tratado de heráldica inglesa los lirios de Francia fueron sembrados en el escudo en el año 1376, año en que se redujeron en 3, puestos 2 y 1, es decir en el lenguaje heráldico, bien ordenados. 

El rey de Francia representado en el Armorial Ecuestre
 del Toisón de Oro.

Adopción de la flor de lis en los escudos
Es una de las figuras más generalizada de la heráldica francesa, adoptada como emblema soberano de los reyes de Francia y del estado francés, al igual que en España se eligió como emblema el león por el reino de León, el castillo por Castilla, las cadenas de Navarra o los cuatro palos del reino de Aragón. También es una de las piezas más generalizadas en la heráldica europea, encontrándose escudos de armas en casi todos los países europeos, de influencia francófona, excepto los países como Alemania, Austria y Polonia, que incorporaron muy poco en sus escudos la flor de lis francesa.

Flor de lis de Florencia
Cruz florenzada reproducida en un edificio renacentista
 de la ciudad de Florencia. S. XV.


Como figura heráldica, existen variantes como la flor de lis de Borgoña, variante de la flor de lis gala, ésta es representada con los pétalos cerrados, señal heráldica de los Duques de Borgoña o la florenzada la cual es abierta con todos sus pétalos dejando ver sus pistilos, fue emblema del antiguo reino de Florencia y de la ciudad del mismo nombre en la actualidad. Quizá por mimetismo el rey don Sancho de Navarra por los años 1023, instituyó la Orden Militar de los Lirios, en honor de la Virgen Inmaculada en defensa de la fe católica. Poniendo por divisa, dos ramos de lirios atravesados y en medio la imagen de la Anunciación a María.

 La flor de lis en la Corona de Aragón
En la Corona de Aragón fruto de la unión de otros reinos, la señal heráldica por antonomasia fue y en la actualidad todavía lo es los cuatro palos de gules, sobre campo de oro. En Catalunya se nombran erróneamente “barras”, heráldicamente es incorrecto, sí es preceptivo nombrarlo como en el reino de Aragón “palos”. Debo decir, que existen escudos en iglesias, monumentos civiles, escudos labrados con dos palos, o tres incluso, posiblemente en la primera época de la creación de la Corona, fueran dos, o su uso fuera aleatorio, introduciéndose posteriormente como norma los cuatro palos, que hoy en día conocemos.

Escudo de Blanca de Anjou, esposa del rey Jaime II, Conde de Barcelona y Rey de Aragón.
 Labrado en el muro izquierdo del presbiterio de la capilla real de Santa Agata, situada en el palacio
 de los Condes de Barcelona y Reyes de la Corona de Aragón.

Capilla Real de Sant Agata, en el Palacio de los Condes de Barcelona
 y Reyes de Aragón. S. XIV.
  
También la flor de lis se introdujo en la heráldica aragonesa, catalana y valenciana, aunque predominaron como figuras el castillo, los leones rampantes, los grifos en menor medida y las lunas, o en Aragón la encina, como señales de conquista de las nuevas tierras conquistadas a los moros.El uso de la flor en la composición de los escudos medievales en tierras aragonesas, catalanas y valencianas y posteriormente las Baleares, no fue muy significativo, salvo en algunas familias nobles de mercenarios, recién venidas del reino de Francia, tomaron parte en las conquistas del rey Jaime I el Conquistador, años más tarde por enlaces de las grandes familias de la alta y baja nobleza, con otras de origen francés se incorpora esta flor, a partir del siglo XVI donde se conocen linajes que en su diseño heráldico emplean esta flor en sus cuartelados, también como brisura, fruto de sus enlaces con familias francesas o flamencas. El diseño empleado y el trazado de la flor de lis en Francia y España, experimentó al compás de los criterios artísticos de las épocas una clara evolución en su primitivo trazado medieval hacia formas más acordes con la naturaleza, por ejemplo en el Renacimiento su uso fue más elaborado que el medieval, introdujo cambios en su trazado y dibujo y encuentra su espíritu en la Naturaleza. En el barroco se halla en todo su esplendor con formas bellamente armoniosas en su elaboración, aunque un poco sobrecargadaen su forma, apartándose del espíritu renacentista que le imponía una armonía natural.

J. Sanz

miércoles, 27 de julio de 2011

El monasterio de Pedralbes y su heráldica

Vista del absis y campanario del monasterio de Pedralbes (Barcelona)

LA HERALDICA DEL MONASTERIO DE SANTA MARIA DE PEDRALBES

Preámbulo
Entre las antiguas y venerables piedras góticas que aún nos quedan en la ciudad de Barcelona, es el monasterio de Pedralbes uno de los cenobios religiosos de señoras que más admiración despiertan, entre los seguidores del arte gótico catalán y más veneración junto con la catedral por parte de los barceloneses.
Si la memoria me es fiel, creo recordar, que en la ciudad Condal hasta finales del siglo XIX, existían de siete a ocho, conventos medievales de hechura gótica de admirable belleza arquitectónica. Uno de ellos el de Sant Francesc, de la orden de San Francisco, en íntima conexión con el monasterio de Pedralbes, pues a ellos les fue encomendada la misión espiritual de las monjas, con no pocos roces con las diferentes madres abadesas; estaba situado en los aledaños del puerto, fue derruido para ampliar el hoy paseo de Colón, y la construcción del actual edificio del Gobierno Civil. En el año 1247 el propio rey Jaime I el Conquistador, presidió los inicios de los trabajos del nuevo convento gótico sobre los cimientos románicos que ya existían, las obras se prolongarían hasta el 1297. El claustro se empezó a construir y duraron las obras hasta mediados del siglo XIV. Otro convento, el de los dominicos de Santa Caterina, también fue edificado en el siglo XIII, según el diseño arquitectónico aceptado por la Orden de Santo Domingo, imperante en aquella época, constaba de nave única con capillas laterales, armazón de crujías góticas, un pequeño claustro y un campanario. Fue derruido por la piqueta municipal para construir un mercado municipal de indudable fealdad, pero muy popular por las clases trabajadoras, por suerte, hace pocos años ha sido remodelado, creando un espacio modernista de buen gusto, el Ayuntamiento ha tenido el buen acierto, de dejar al descubierto en un pequeño espacio, las ruinas del antiguo convento. El convento de Santa Caterina albergaba y era uno de los preferidos por las familias nobles para sus enterramientos, y bien surtido de labras heráldicas como la familia de los Maya y otras que seguramente se habrán perdido, con suerte en algún depósito municipal. Otros conventos medievales fueron trasladados a otra ubicación del Eixample barcelonés algunos fueron quemados en la Semana Trágica. No citaremos más desaciertos, quedando actualmente unos tres conventos de factura gótica, reconvertidos en iglesias parroquiales.
Entrada de la iglesia del monasterio de Pedralbes.
En la parte superior del pórtico el escudo de la reina consorte del rey de Aragón y Conde de Barcelona dimidiado por el de los Moncada 
Construcción del monasterio de Santa María de Pedralbes
Hubo una reina de la Corona catalanoaragonesa, hija del noble linaje de los Moncada, modelo de piedad y prudencia, caritativa con los pobres, llamada doña Elisenda de Moncada i de Pinós (1292-1364), hija Otger de Moncada y Elfa de Luna, uno de los linajes más influyentes, siendo senescales de Catalunya y Aragón. Fue la cuarta esposa del rey Jaime II, de Aragón (1267-1327), descendiente de la Casa de Barcelona, contrajo matrimonio en primeras nupcias con el rey don Jaime II, este rey tenía 55 años, cuando se casó con Eleonor que tenía 30 años, en el año 1322, se llevaban 25 años de diferencia. Después de largos años de reinado, ésta le pidió al rey la construcción de un monasterio de clarisas, bajo la advocación de Santa María. El monasterio se halla situado en la parte alta de Barcelona, en un predio, situado entre la falda de la montaña de Sant Pere Màrtir y la villa de Sarrià, que en aquel entonces no era un municipio agregado a la ciudad de Barcelona.
La primera piedra fue colocada por los monarcas en el absis de la iglesia, el mes de marzo del 1326 y un año más tarde el 3 de mayo del 1327 el monasterio se hallaba bastante avanzado como para poder albergar la primera comunidad de monjas clarisas. En la actualidad sigue siendo habitado por una pequeña comunidad por miembros de esta orden. El edificio constituye uno de los mejores modelos del gótico catalán, tanto por su iglesia como el bellísimo claustro, siendo uno de los más espaciosos y armónicos de este estilo. Y lugar obligado de visita para los heraldistas. Es un ejemplo típico de núcleo monástico, defendido por poderosas murallas almenadas, en parte subsistentes todavía, en su interior acogía el soberbio monasterio de estilo gótico-catalán y las dependencias de la servidumbre que cuidaba de la parte exterior, trabajando y cuidando de las tierras propiedad de la orden y el avituallamiento del monasterio.
Una sobrina de Santa Clara, de nombre Inés, llegó a Barcelona para fundar el monasterio de San Antón y Santa Clara, en el barrio de la Ribera, donde ahora se sitúa el parque de la Ciutadella (1232-1236). En aquel tiempo las Clarisas seguían la Regla de San Benito. Del monasterio de Santa Clara el año 1327 salieron 14 monjas para fundar el monasterio de Pedralbes. En 1513, al ser aprobada la Regla de Sta. Clara, los monasterios de Clarisas tuvieron que escoger entre una Regla y la que tenían anteriormente. El edificio constituye uno de los mejores modelos del gótico catalán, tanto por su iglesia como el bellísimo claustro, siendo uno de los más espaciosos y armónicos de este estilo. Y lugar obligado de visita para todos los amantes del arte gótico.
En 1991 se declaró el monasterio Monumento Histórico Artístico. Una parte pasó a formar parte del Museo de Historia de la Ciudad.
La reina Elisenda hizo construir su residencia un palacio anexo, junto a las dependencias comunitarias, habitó en este palacio hasta el momento de su fallecimiento. Con fama de reina prudente e inteligente, recibía a los nobles del reino que le pedían consejos familiares y de estado. Dedicó todos sus esfuerzos a las muerte del rey incluso en vida codirigir la Corona de Catalunya y Aragón, que era el imperio marítimo más importante de todo el mediterráneo y una de las grandes potencias mundiales.
Capilla lateral armoriada con las armas de los Moncada, en la nave de la iglesia
 del monasterio de Santa María de Pedralbes.

La nave

La iglesia tiene nave única, ábside poligonal y destacados rosetones, aunque las vidrieras y rosetones no son notables por su tamaño, la disposición arquitectónica hace que la nave tenga una luminosidad diáfana y un aspecto muy despejado que impresiona a primera vista. Las nervaduras de los arcos están culminadas por por llaves de crucero con motivos religiosos policromado, en buen estado de conservación, pero la ornamentación en general es muy parca. Es una iglesia austera, libre de obstáculos visuales y físicos. Un iglesia diseñada para la oración y recogimiento de las monjas clarisas. La iglesia que tardó 60 años en ser construida tiene tres cuerpos: La parte alta era para las últimas oraciones de la noche y las primeras de la mañana, la parte media era utilizada por los frailes y la parte baja para las oraciones del día. Al lado de la entrada se encuentra la Sala capitular construida en el año 1416, por los maestros de obras Guillem Albiell y Antoni Nato, presidida por La Mare de Déu dels Desemparats y el escudo de la familia Moncada, el de la reina y el de Constança de Cardona. 
La basílica, que domina con su altura todo el barrio de Pedralbes, tiene desde el exterior un aspecto macizo y bastante adusto, especialmente en la parte lateral, recta y prácticamente sin adornos y cuya rigidez sólo se ve perturbada por los contrafuertes, ya que no se emplearon arbotantes. Esta sensación de bloque compacto y poco grácil empieza a disiparse cuando uno se enfrenta al pórtico, aunque también carece de ese aspecto que caracteriza las grandes iglesias góticas europeas. Flanqueda por una torre octogonal, similar a la iglesia del Pino, en el centro del barrio gótico, de Barcelona, en la fachada destaca también por su sobriedad, con el rosetón enmarcado por dos robustos contrafuertes. En el pórtico de entrada a la iglesia destaca los escudos de los Moncada el clásico, partido dimidiado con los palos de la Corona de Aragón, por ostentar su esposo entre otros títulos rey de Aragón, que se van sucediendo ininterrumpidamente en la heráldica principal de este monasterio en especial en las columnas del claustro.

 Túmulo con el sarcófago de la reina Elisenda de Moncada, en la capilla de Sant Miquel,
 vestida con el hábito de monja clarisa.
Hay que señalar el sepulcro de la reina Elisenda de Moncada, ofrece al espectador dos vertientes la que da a la iglesia, donde aparece su imagen sedente, vestida como reina y soberana de la antigua Corona de Aragón, y la que da al claustro donde se muestra como viuda y penitente, en el suelo de esta capilla se hallan cuatro sepulcros de señoras nobles.
Las vidrieras de gran belleza, edificadas y montadas en el siglo XIV, la vidriera gótica, en Catalunya, alcanzó un desarrollo muy relevante con diseños como los de la iglesia del monasterio de Pedralbes y los tres coros: el alto, el bajo y el de las monjas.


Vista del claustro y jardín del monasterio de Pedralbes

El claustro y otras dependencias

El claustro donde se organiza todo el monasterio, es uno de los más grandes de Europa, consta de una longitud de 40 metros, formado de tres pisos, apoyados sobre arcos apuntados sobre estilizadas columnas, sostenidas por capiteles en los que hallan labrados los escudos el de la reina Elisenda, con las armas de su familia, los Moncada, y el rey de la corona aragonesa, certifican la importancia de este claustro gótico dentro del panorama del gótico catalán. En la primera planta claustral al fondo se tiene acceso a la Sala Principal, el dormitorio de las monjas, fue objeto a través de los años de diferentes remodelaciones, para evitar el frío y la humedad, que desdibujaban completamente los elementos góticos. Actualmente se pueden ver de nuevo las ventanas del siglo XIV, se han restaurado los estucados originales de las paredes mostrando los arcos ojivales, parcialmente tapados por un artesonado del siglo XVI. En la parte posterior del acceso podemos ver uno de los contrafuertes de la iglesia que, como elemento escultórico, soporta las escaleras de caracol que suben al antiguo “purgatorio”. En la misma sala llamada Salón Principal del Palacio, se han eliminado todos los elementos añadidos, quedando una vasta sala donde se exponen los antiguos tesoros de la comunidad. En total, la superficie de exposición es de 200 metros lineales distribuidos en más de 907 m2. En la primera planta claustral se hallan las celdas, donde las religiosas pasaban sus días en oración y retiro espiritual, cosiendo y estudiando, circulan el patio con arcos apuntados. La celda de la Reina Elisenda, y la Capella de Sant Miquel, a la derecha de la entrada, tiene murales pintados en 1346 por el maestro catalán Ferrer Bassa, realizadas en 1346, que importó las técnicas de pintura del gótico italiano, influenciado por el artista Giotto y los talleres de Lorenzetti o Simone Martini. Majestuosa es la Sala Capitular, con pinturas murales, con un arcosolio en el que se halla el osario de la abadesa Olzet.

Sarcófago de la abadesa Olzet, en la Sala Capitular

Su función principal era la reunión de la abadesa con la comunidad. En esta sala capitular, la abadesa y las monjas recibían cada año la visita de los consejeros de la ciudad que, por decisión de la reina, eran considerados protectores de la comunidad. Durante muchos años, los Consellers de la ciudad, colaboraron en la construcción y conservación de las dependencias monásticas y, en contrapartida, tenían el privilegio de apadrinar a una doncella para que pudiera entrar en la comunidad, sin la dote preceptiva que era obligatoria. En el centro del claustro se halla un expléndido jardín con una fuente en el que cultivaban plantas medicinales para elaborar los medicamentos transformados en ungüentos e infusiones curativas, que se administraban en la enfermería, ésta también se tiene acceso en la primera planta del claustro.
  Sarcófago de la abadesa Saportella en el claustro
 del monasterio de Pedralbes

Su heráldica
La heráldica en este monasterio, sigue las reglas clásicas de iconografía de cualquier cenobio medieval en la Corona catalanoaragonesa. Los blasones predominantes son los de la reina Elisenda de Moncada, que se hallan distribuidos por todo el recinto con la partición de las armas de los Moncada y las del rey de Aragón, descendientes de la Casa de Barcelona. También los blasones que se hallan en los enterramientos de abadesas y de la nobleza, corresponden a los cánones heráldicos, correspondientes a los blasones femeninos: escudos redondeados, otros en losanje, circundados con motivos florales, según el gusto de la época, la estola de abadesa colgante, en algunos excesivamente larga, pero siempre con las armas labradas de las familias patricias de Catalunya a las cuales pertenecían. 

Lauda sepulcral de la abadesa Narbona, en el claustro del monasterio de Pedralbes

Los epitafios escritos en la parte inferior o superior de las laudas sepulcrales en idioma catalán antiguo o latín arcaico, labrados en letra uncial los más antiguos y en letra semiuncial del siglo XIV, con transición al período gótico-renacentista, otras inscripciones en tipo letra gótica ya implantada en la Corona, a finales del siglo XV, estas inscripciones dan testimonio de la vida de la finada, con los datos fechados de su defunción.

Lauda sepulcral de la abadesa March, hija del linaje barcelonés de los March

En la Sala Capitular, en el interior de ella, se encuentra unos cuatro sepulcros, más destaca el arcosolio con el osario de la abadesa de Dolzet, de gran simplicidad, con excelente labrado en su epitafios.
En resumen este monasterio, es buen ejemplo de la heráldica cenobial exclusivo de señoras, que nos ha quedado hasta nuestros días y que al estar protegido por los Consellers de la ciudad de Barcelona ya desde el inicio de su creación hasta el actual Ayuntamiento, no ha sido objeto de saqueos ni destrucciones, se conserva tal y como fue creado en sus inicios por la reina Elisenda de Moncada y las abadesas que la precedieron.

J. Sanz
www.armoria.info