LA ASAMBLEA DEL TOISÓN DE ORO EN BARCELONA
Encaminóse después de uno o dos días de estancia en el monasterio monserratino hacia Martorell y Molins de Rei, poblaciones cercanas a Barcelona. Entró la comitiva real por la Creu Coberta (Cruz cubierta), que existía en aquellos años. Atravesando por el portal de Sant Antoni de la tercera muralla medieval de la que no hay vestigios actualmente.
Vista del presbiterio en la actualidad.
Sillería de la Asamblea del Toisón de oro en la catedral de Barcelona.
Recibimiento de los barceloneses
En la Ciudad Condal, salieron a recibirle los Consellers de la Generalitat y miembros del Consistorio barcelonés, igual que la primera vez que visitó la ciudad. Pernoctó en el monasterio de Valldoncella ya entrada la noche donde cenó y descansó después de tan largo viaje. Al día siguiente entró en la capital catalana, por la Portaferrisa siguiendo hasta la plaza de la catedral, con la gente del pueblo vitoreándolo en medio de trompeterías y fanfarrias, enarbolando los pendones y banderas. En las escaleras catedralicias le esperaban las autoridades barcelonesas y el obispo, canónigos y todos los prelados eclesiásticos de aquel entonces.
Vista lateral y frontal derecha, con los sitiales y escudos al frente el del Emperador Maximiliano y el rey de Francia, en medio paneles laudatorio
Sitial de Carlos I al lado del que había de ocuparte su abuelo
En la catedral barcelonesa el solemne capitulo de la Orden del Toisón de Oro, acompañado de catorce Caballeros, declaró la abertura del II capítulo, único celebrado en tierra española, destaca el elevado número de personas que eran miembros de la Orden en ese momento, cuyos nombres y escudos policromados aparecen en el respaldo de las sillas altas en grandes paneles del coro de la catedral de la ciudad condal, lugar donde se reunió los caballeros convocados. Después de un de acción de gracias y un réquiem por los miembros ya fallecidos, cada miembro perteneciente a la Orden, ocupó su sitial correspondiente, donde en la parte superior estaban pintadas sus armas y se dio comienzo del acto de la Asamblea después de un largo ceremonial y presentaciones se creó a los siguientes caballeros por este orden: Cristian, Rey de Dinamarca.Segismundo, Rey de Polonia. Jacobo de Luxemburgo, Conde de Gavre, Señor de Fiennes.Adrián de Croy, Señor de Beaurain. Don Federico de Toledo, Duque de Alba.Diego López Pacheco, Duque de Escalona.Diego Hurtado de Mendoza, Duque del Infantado.Apaga Fernández de Velasco, Duque de Frías, Condestable de Castilla.Álvaro de Zúñiga y Guzmán, Duque de Bajar.Fernando Ramón, Folch, Duque de Cardona. Fadrique Henríquez de Cabrera, Conde de Módica, Almirante de Castilla.Álvaro Pérez Osorio, Marqués de Astorga.Pedro Antonio San Severino, Príncipe de Bisignano.
Sitial del Emperador Carlos v de Alemania y V de España
Construcción de la sillería del coro
En el año 1394 se encargó la construcción de los muros del coro a Pere Sanglada, escultor de gran renombre, que realizara la sillería del coro, viajó por orden del cabildo a Girona, Elna, Carcasona y finalmente a Brujas, donde compró la madera de roble muy apreciada por los tallistas para su ejecución. Se rodeó de buenos ayudantes como Pere Oller y Antoni Canet, también de gran renombre en los círculos artísticos. Empezando la primera fase del coro con la sillería en cuyos medallones de los brazales y en las misericordias, es donde se concentran las más importantes esculturas, su temática es variada; los religiosos son los menos representados y son las escenas de danza, juegos y música entre otras las que llaman más la atención.Se encarga a Pere Sanglada la realización del púlpito, también de roble, en forma de prisma, con un fondo arquitectónico de tracerías y pináculos donde hay quince imágenes representando entre otras a Jesucristo con San Pedro y San Pablo y otro panel de la Virgen con Santa Eulalia y Santa Catalina.En la parte inferior del púlpito hay arquerías con claves de bóveda representando las de la catedral. Se finalizó en 1403. Años más tarde se continuó el coro con la sillería de Matías Bonafé que talló otras 48 sillas finalizando en el año 1459. Con esta obra, pasó la de Pere Sanglada a ser la sillería alta. El alemán Michael Lochner fue el encargado en 1483 de las tallas de los doseles en forma de altos pináculos que por su muerte en 1490, tuvo que continuar su ayudante Johan Friederich Kassel, hasta el año 1497. En 1517, el escultor Bartolomé Ordóñez realiza las mamparas para el acceso a la sillería con escenas del Antiguo Testamento y la Pasión.
Blasones de los asistentes
Distribución
Carlos I, decide que la celebración del XIX capítulo de la orden del Toisón de Oro sea en Barcelona y manda habilitar el coro de la catedral para la fecha del 5 de marzo de 1519. Juan de Borgoña fue el encargado de pintar la correspondiente heráldica en los 64 plafones de los sitiales, correpondientes a:
El soberano de la Orden, Carlos I, ocupó la parte central de coro, teniendo a su izquierda el armorial de su abuelo, Maximiliano I, rey de los romanos y archiduque de Austria. Es de suponer que dejaría vacío, pues el rey recibió la noticia del fallecimiento de su abuelo Maximiliano estando en Barcelona. En el lado derecho y también por orden de proximidad al soberano, nos encontr. En el lateral izquierdo aparecen los armoriales y nombres de las siguientes personas, sentadas por orden de proximidad al soberano de la Orden: Francisco I, rey de Francia; Luís II, rey de Hungría; Jaime de Luxemburgo, Sr. de Fiennes; Carlos, Conde de Lalaing; Floris d´Egmont, Sr. de Isselstein; Ferry de Croy, Sr. de Ronex; Fernando, infante de Castilla; Juan V,marqués de Brandemburgo; Hoier, conde de Mannsfeld; Felipe de Croy, conde de Porcién; Antonio de Croy, Sr. de Saimpy; Félix, conde de Wenderberg; Adolfo de Borgoña, Sr. de Bevres de la Vere; Maximiliano de Hornes, Sr. de Gaerbecke; Juan II, Sr. de Trazegnies; Maximiliano de Berghes, Sr. de Zenvenberghe; Juan III, conde de Egmont; Diego López Pacheco, duque de Escalona; Iñigo de Velasco, condestable y duque de Frías; Antonio Manrique de Lara, duque de Nájeraamos con los nombres y armoriales de: Enrique VIII, rey de Inglaterra; Manuel I, rey de Portugal; Hugo de Melum, vizconde de Gante; Felipe, bastardo de Borgoña y Obispo de Utrecht; Juan Manuel, Sr. de Belmonte; Jaime III, conde de Horns; Enrique III, conde de Nassau; Federico, conde palatino del Rhin y Duque de Baviera; Guy de la Baume, conde de Montrevel; Lorenzo de Gorrevod, barón de Monterrey; Jaime de Gavre, Sr. de Frezin; Antonio de Lalaing, conde de Hoogstrate; Carlos de Lannoy, Sr. de Senzelles; Miguel, Sr. de WolKenstein; Guillermo, Sr. de Ribaupierre; Juan, Sr. de Wassenaer y vizconde de Leyden; Francisco de Melum, conde d´Epinay; Fadrique de Toledo, duque de Alba; Diego Hurtado de Mendoza, duque del Infantado; Álvaro de Zúñiga, duque de Béjar; Fernando Ramón, duque de Cardona; Federico Enríquez, conde de Módica y almirante de Castilla y, por último, Felipe de Chalons, príncipe de Orange, con la expresión “No investido”. Escudo del Emperador Maximilian I, en la catedral de Barcelona
Se tiene también constancia de la asistencia al capitulo de Juan III, Sr. de Berghes y de Carlos de Croy, príncipe de Chimay, que se situaron en lugares prominentes, al costado derecho del soberano de la Orden, y de Cristóbal, marqués de Baden y Guillermo de Croy, Sr. de Chievres, que hicieron lo propio en el lado izquierdo de Carlos I. Los sitiales correspondientes a estas cuatro personas, de gran influencia en el monarca, desaparecieron en el año 1563, con las obras efectuadas en el coro catedralicio.
Destaca también la presencia española agolpada en los último lugares, los más alejados del puesto ocupado por el soberano; también ello resulta lógico, pues el orden de colocación coincidía con el orden de ingreso en la orden y, como tal, es con la llegada de Felipe el Hermoso a Castilla cuando empiezan a proliferar los nombramientos de los personajes más destacados de la nobleza española, en detrimento de la designación de la nobleza flamenca para contentar de esta forma a los nobles españoles, muy quejosa con los nobles flamencos venidos a España con el rey Carlos, por la influencia que ejercían al rey y los nombramientos que obtuvieron. Es así, como fueron nombrados miembros de la Orden, sucesivamente, los duques de Alba, Escalona, Infantado, Frías, Béjar, Nájera y Cardona, el Almirante de Castilla y el marqués de Astorga. En resumen fue un gran acontecimiento para España y Barcelona tan magna celebración.
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J. Sanz
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